Covid-19 y pobreza: el retroceso en el ODS 1 es preocupante
Así lo demuestran estudios recientes de organizaciones internacionales y de diferentes universidades.
21/8/2020
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El aumento de la pobreza en tiempos de Covid-19 se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los gobiernos.  En los últimos meses se han publicado varias proyecciones sobre los impactos de la pandemia del coronavirus en los indicadores sociales. Una cifra preocupante que arrojó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fue la siguiente: teniendo en cuenta la población trabajadora en el mundo,  entre 9 y 35 millones de trabajadores caerán en la pobreza, recibiendo menos de US$ 3.3 al día, como consecuencia de la pandemia. 

Los avances en la lucha contra la pobreza podrían retroceder entre una o dos décadas dependiendo de la región del planeta que se analice. En términos generales, la OIT calcula que 436 millones de empresas en el mundo tienen un riesgo alto de desaparecer. En América Latina, de acuerdo con la CEPAL,  se estima que el 59% de la población empleada se encuentra en sectores de riesgo alto y medio-alto, con lo cual la destrucción de la mayoría de puestos trabajos podría dejar de ser un fenómeno temporal y volverse permanente.  Esta misma fuente estima que en 2020 más de 28 millones de personas caerán en condiciones de pobreza en la región. Los impactos serían drásticos teniendo en cuenta que en América Latina y el Caribe, según la OIT, la informalidad laboral asciende al 53.1%. 

El Índice ODS, publicado recientemente por el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América y el Caribe (CODS), demuestra justamente que uno de los ODS más golpeados en la Agenda 2030 con la pandemia del coronavirus es el número uno, sobre la erradicación de la pobreza. La firma Mckinsey (2020) estimó, por ejemplo, que al menos el 70% de los consumidores disminuirán su consumo a nivel global en el 2020. En América Latina, señala el Centro ODS, “esta contracción puede ser mayor en algunos países afectados por el incremento de la devaluación y el encarecimiento de los productos importados, así como la caída de las remesas desde el exterior debido a la crisis de la economía en todo el mundo”. 

Escenarios complejos 

A nivel global también se han realizado proyecciones preocupantes. En abril pasado los investigadores Chris Hoy, Andy Sumner y Eduardo Ortiz Juárez publicaron, con el apoyo del Instituto Mundial para la Investigación de la Economía del Desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-WIDER, por sus siglas en inglés), el documento “Estimaciones sobre el impacto del COVID-19 en la pobreza a nivel global”, en el que analizan las afectaciones relacionadas con la pobreza y el ODS 1 (Fin de la Pobreza) por la pandemia del coronavirus. 

El documento comienza haciendo referencia a datos suministrados por el  Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI,por sus siglas en inglés) los cuáles indican que, como mínimo, el Producto Interno Bruto (PIB) global, caerá un 1 por ciento, lo que puede generar que entre 14 y 22 millones de personas entren debajo de la línea de pobreza extrema (recibiendo menos de US$ 1.9 al día). De estas personas, dos terceras partes corresponderían a población rural.

El estudio de Ortiz, Summer y Hoy, además,  tiene en cuenta tres escenarios de contracción por el Covid-19 en la economía: de 5, 10 y 20 %. Las afectaciones potenciales de la pandemia, en todo caso, pueden ser equivalentes a retroceder por lo menos una década en reducción de la pobreza a nivel global. En términos absolutos, dicen los autores, las personas viviendo en pobreza y pobreza extrema pueden aumentar entre 85 a 580 millones dependiendo del nivel de contracción. 

Por ejemplo, si la contracción es del 5 por ciento y teniendo en cuenta una línea de pobreza de US$ 1.9 al día, la pobreza aumentaría un 1 por ciento, mientras que si tenemos una línea de pobreza de US$ 3.2 al día y de US$ 5.5,  la pobreza podría incrementar entre el 1.5 y el  2 por ciento a nivel global. Por otro lado, si la contracción es del 10  por ciento, el aumento de la pobreza podría estar entre el 2 y el 4 por ciento dependiendo de la línea de pobreza. Y por último, si la contracción alcanza el 20 por ciento, el aumento de la pobreza estaría cerca del 6 por ciento en la línea de pobreza extrema de US$1.9; y entre 7 y 8 % en la de US$ 3.2 y US$5.5.

Estos impactos, señalan los investigadores, ocurrirían en todas las regiones del planeta con un nivel de heterogeneidad dependiendo del nivel de desarrollo. Si tenemos una contracción per cápita del 10 por ciento, los índices de pobreza aumentarían  en el este y sur de Asia, en el Pacífico, en América Latina y el Caribe, en Oriente Medio y en África del Norte. En estas últimas dos regiones, de hecho, una contracción del 10 por ciento podría incrementar la pobreza hasta llevarla a niveles observados en 1990. 

Según las estimaciones presentadas por los autores, si la contracción es del 10 por ciento  y tenemos en cuenta una línea de pobreza de US$ 1.9 al día, entre el 80 y 85 por ciento  de la población que entraría en pobreza estaría ubicada en África Subsahariana y en el sur de Asia. Si se mide bajo la línea de US$ 5.5 al día, cerca del 40 por ciento de la población que entraría en pobreza estaría en África subsahariana y en el Sur de Asia, mientras que América Latina, Oriente Medio y el Norte de África, tendrían un 30 por ciento de esta población dividida en partes iguales. 

Si asumimos, en un escenario optimista, una contracción del 5 % en los ingresos per cápita, más de 80 millones de personas tendrán que vivir con menos de US$1.9 al día. Con la línea de pobreza de US$ 3.2 al día, serían más de 130 millones de personas.  Si la contracción es mayor, es decir, del 10 por ciento, la población en pobreza podría incrementar en 180, 280 o 250 millones de personas dependiendo de la línea de pobreza ,US$ 1.90, US$ 3.20 y US$ 5.50 respectivamente. Y si la contracción es del 20 por ciento, el aumento sería de 420, 580, y 520 millones de personas respectivamente. 

Los investigadores concluyen, teniendo en cuenta estas proyecciones, que el impacto del Covid-19 afectará directamente la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de acabar con la pobreza en el año 2030. De hecho, la investigación revela que se podrán presentar serios retrasos en los países en vías de desarrollo, principalmente en África Subsahariana y en el sur de Asia. Con este contexto, cabe preguntarse qué mecanismos pueden implementar los Estados de América Latina y el Caribe para amortiguar los efectos que está dejando la pandemia del Covid-19 en los indicadores sociales, principalmente en el aumento de la pobreza. 

Se profundizará la crisis en América Latina y el Caribe 

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en América Latina y el Caribe viven aproximadamente 39 millones de personas en situación de pobreza multidimensional aguda. Esta cifra equivale al 7.5% de la población. Que vivan en pobreza multidimensional significa “que experimentan un tercio o más privaciones de diez indicadores de salud, educación y estándar de vida asociados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Uno de los factores más preocupantes es que la pobreza multidimensional tiene mayor incidencia en niños, niñas y adolescentes. De acuerdo con el PNUD, aproximadamente uno de cada diez niños en la región habita en un hogar en pobreza multidimensional. Adicionalmente, la misma fuente señala que 40 millones de personas en América Latina y el Caribe son susceptibles a caer en la pobreza multidimensional. Para las familias en situación de pobreza, el Covid-19 representa al menos tres afectaciones: por el tipo de barrios en el que habitan, son más vulnerables al virus, adicionalmente, la fragilidad de los hogares dificulta que los integrantes puedan cumplir con las medidas sanitarias y tercero, la disminución de fuentes de trabajo las afecta directamente en su subsistencia. 

Colombia

En el caso particular de Colombia, la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes publicó la nota macroeconómica Efectos en pobreza y desigualdad del Covid-19 en Colombia: un retroceso de dos décadas. Pese a que el país ha progresado en la reducción de pobreza durante el siglo XXI (en 2002 la proporción de  de la población por debajo de la línea de pobreza monetaria era 49,7% y para 2018 se había reducido a 27%), la pandemia del coronavirus puede significar un retroceso importante en la lucha contra la pobreza. Esto puede suceder, en primera medida, por la clase media vulnerable a caer en la pobreza, la cual equivale al 18,5% de la población (2,5 millones de hogares aproximadamente) y, adicionalmente, el alto nivel de informalidad, cercano al 48%. 

De acuerdo con la Facultad de Economía, las características socioeconómicas del país hacen “que las clases medias vulnerables y los hogares de ingresos más bajos se vean más afectados por la crisis actual y sus consecuencias futuras. Los efectos se verán reflejados tanto en pobreza como en desigualdad. La actual parálisis de actividades y la posible destrucción futura de empleos y de actividades productivas de cuentapropistas no solo retrasarán el mejoramiento de los indicadores, sino que, además, devolverán al país al menos una década atrás”.  Si no se toman medidas para mitigar la crisis económica, la pobreza podría aumentar incluso 15 puntos, es decir, 7.3 millones de personas que no estaban en situación de pobreza podrían caer en ella. 

A continuación puede escuchar el análisis de Andrés Álvarez, profesor de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes:

Chile

Chile, como Colombia, es uno de los países que está enfrentando con incertidumbre los efectos económicos de la pandemia. Pese a que este país es un ejemplo en la región por la disminución en los índices de pobreza —pasó de tener al 68% de la población viviendo en pobreza en 1990 al 8,6% en 2017—, con la pandemia del Covid-19, la Cepal calcula que la pobreza podría escalar hasta 13,7% en el peor de los escenarios, lo que significaría que un millón de personas que salieron de la pobreza en ese país podrían volver a caer en ella. Adicionalmente, según el último sondeo sobre empleo del Centro de Encuestas UC, la desocupación alcanza el 9,7%.  Sobre esta situación actual opinó Jeanne Lafortune, economista y docente del Instituto de Economía de la Universidad Católica de Chile. Escúchela en el siguiente audio:

Perú

Por otro lado, Perú es otro país que enfrenta serias dificultades. De acuerdo con Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), la pobreza monetaria en Perú ha aumentado entre 8 y 10 puntos porcentuales, principalmente en las zonas urbanas, debido a los efectos colaterales del Covid-19. Según las estimaciones del gobierno, la crisis ocasionará que 868.000 hogares no alcancen a tener ingresos suficientes para cubrir la canasta básica de alimentos y sus servicios.  En el siguiente audio, pueden escuchar el análisis del experto Hugo Ñopo Aguilar, investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo en Perú:

México

Según la Cepal, el Producto Interno Bruto (PIB) de México puede caer un 9% por los efectos de la pandemia. Por otro lado,  BBVA Research señaló que  la crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19 puede sumir en la pobreza entre 12 y 16 millones de persona en ese país. Estas cifras surgieron con base a un análisis  del área de estudios económicos de BBVA, el cual estimó dos escenarios de contracción del PIB: del 7% o del 12%. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el PIB en México tuvo una contracción en el primer trimestre del 1.6%, por lo cual señalaron que la crisis económica ocasionada por el Covid-19 puede ser más aguda que la que se presentó en 2009.  En el siguiente audio pueden escuchar el análisis de Gonzálo Hernández, director de la Red de Pobreza Multidimensional (MPPN).

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