Planes de Acción Climática: ¿por qué Bogotá es un referente?
Así transcurrió el primer evento sobre acción climática desde las ciudades y los territorios de Colombia.
10/6/2021
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Como firmante del Acuerdo de París y teniendo en cuenta la coyuntura de la crisis climática que se avecina, Colombia tiene varios retos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En este proceso, el rol de los gobiernos locales es crucial, pues están llamados a tomar un rol de liderazgo en la implementación de políticas públicas ambiciosas de cara al cambio climático, como los son las que están relacionadas con la transición energética y la adaptación. 

En el primer día del evento “Acción climática desde las ciudades y los territorios de Colombia” — organizado por  Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, la Red de Ciudades Cómo Vamos, y el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina, con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Departamento Nacional de Planeación, la Asociación de Ciudades Capitales de Colombia, la Embajada Británica en Colombia y el World Wildlife Fund— se contó con la participación de varios expositores que hablaron sobre los planes Para la Acción Climática en América Latina. 

Como introducción a la conversación, Fiona Clouder,  embajadora regional de la COP26 para América Latina y el Caribe, habló sobre la necesidad de implementar políticas de mitigación y adaptación en las ciudades de la región. Actualmente, señaló, el 55% de la población vive en ciudades y se espera que para 2050 este porcentaje ascienda al 75%. Dentro de las líneas de acción de la COP26, señaló, está el trabajo estrecho con las ciudades del planeta. A manera de ejemplo, dijo que la estrategia “Race to Zero” es crucial para que las ciudades lleguen a cero emisiones de gases de efecto invernadero en 2040 y para que se comprometan con el desarrollo sostenible. 

Race to Zero y NDC en Colombia 

Como ponente del primer panel, Manuel Olivera, director para América Latina del grupo de liderazgo climático – C40 Cities– habló sobre la importancia de la estrategia Race to Zero. Esta estrategia, enfocada en alcanzar la neutralidad de carbono para las ciudades en 2040, tiene cuatro grandes ventajas: acceso a recursos para la recuperación verde, fortalecimiento del argumento para las acciones climáticas en las ciudades; liderazgo y respaldo ciudadano y accesos a plataformas a medios globales para difundir los logros de cada ciudad. 

“Los ciudadanos a veces no entienden las implicaciones del cambio climático, pero resulta que nos estamos inundando con más frecuencia y la temperatura ha aumentado”, señaló el expositor. Dentro de los requisitos para hacer parte de Race to Zero está el reconocimiento de la emergencia climática, el compromiso con la implementación de acciones climáticas inclusivas, así como con la meta de alcanzar el cero neto en 2040 y limitar el calentamiento global en 1.5 grados centígrados. Adicionalmente, las ciudades deben planificar al menos una acción climática inclusiva, como adquirir buses de cero emisiones a partir de 2025. También deberán contar con un plan objetivo para reducir en un 50% las emisiones para 2030. 

Para la planificación de acciones, las ciudades pueden elegir entre más de 50 acciones inclusivas para lograr una recuperación verde y justa ante los efectos adversos de la pandemia del Covid-19. Adicionalmente, todos los firmantes deben comprometerse con alguna acción ante la COP26. A manera de ejemplo, Olivera destacó las siguientes acciones: crear calles verdes y saludables, reducir la contaminación del aire, avanzar hacia cero residuos, crear sistemas alimentarios sostenibles, desarrollar edificios neutrales en carbono, avanzar hacia sistemas energéticos sostenibles y resilientes y desinvertir en combustibles fósiles.

En segundo lugar, Juan Nicolás Galarza, viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio del Ministerio de Ambiente de Colombia, habló sobre el contexto en el que se encuentra el país. A manera de introducción, señaló algunos datos importantes: a nivel mundial, el 80% del PIB se generan en las ciudades ; 735 millones de hogares a nivel mundial vivirán en ciudades en 2050;  la pobreza monetaria en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas es 50% que en las áreas rurales de Colombia y el 79,9% de los hogares en las áreas urbanas no presentan déficit habitacional. 

Sobre las tendencias en Colombia, el expositor señaló que la población urbana tendrá un aumento de 13,2 millones de personas para 2050. Esto generará una mayor presión en el sistema energético de las ciudades y se espera un consumo mayor a 100 TWh en los hogares para 2050 vs un consumo menor a 20 Twh en 2015 .Se prevé, adicionalmente, un incremento en la actividad comercial en una tasa del 4,25% anual, así como un 70% de la movilidad alimentada por energías limpias. 

Para el caso de Colombia también se tiene prevista una disminución entre el 10 y el 40%  de precipitaciones en cerca del 30% del país. De hecho, el 26% de las estructuras residenciales presentan riesgos frente al cambio climático y , en las infraestructuras básicas de transporte y servicios, el porcentaje es de 17,9%. Posteriormente, el viceministro hizo énfasis en las NDC que tiene Colombia para alcanzar la carbono neutralidad, en las cuales destaca el crecimiento ordenado de las ciudades, las edificaciones eficientes, la gestión integral de residuos, la energización renovable, entre otras. 

Dentro de otras acciones que mencionó el viceministro también está la implementación de ocho distritos térmicos en cinco ciudades principales y tres en intermedias en 2030, la formulación de la estrategia nacional de ciudades y cambio climático y la actualización de inventarios de GEI en 13 ciudades de Colombia. Con la actualización de NDCs  el país se comprometió a emitir como máximo 169.44 millones de toneladas de CO2 en 2030, lo equivalente a una reducción del 51% de GEI.  En cuanto a las ciudades, vale la pena destacar que Bogotá, Cali, Medellín, Pereira y Montería se comprometieron con medidas de mitigación en los sectores de transporte, minas, energía y saneamiento básico.

Planes para la acción climática 

Ilan Cuperstein, director del Grupo de Liderazgo Climático C40 Cities —una red de 97 ciudades con agenda climática fundada en 2005 — habló sobre algunas de las acciones y soluciones climáticas en ciudades como Medellín, Bogotá, Lima, Santiago, Buenos, Aires, Quito, Curitiba, entre otras que hacen parte de C40 Cities. Como un hito de este proyecto están los Planes de Acción Climática (PAC) que han desarrollado las ciudades en los últimos dos años.

Estos planes de acción climática, en líneas generales, incluyen metas de emisiones, resiliencia ante amenazas climáticas, gobernanza y colaboración y beneficios sociales. En la región, como señaló el expositor, varían las emisiones de GEI en cada ciudad pero tienen tres causas fundamentales: desechos, transporte y energía estacionaria. En ese sentido, es positivo que en la región se estén implementando varios proyectos en esos frentes, la mayoría con inversiones entre el millón y los 10 millones de dólares. Es importante, ante la coyuntura del Covid-19, que se mantenga un impulso por reducir las emisiones de GEI en los años que vienen. 

Para lograrlo, Cuperstein aseguró que dentro de las soluciones está la priorización de fondos de recuperación verde, como transporte público sostenible, infraestructura verde, energía limpia y eficiencia energética. Así, se podrán crear 50 millones de empleos, 30% más que en el escenario de Business As Usual (BAU). Además, se puede presentar una reducción del 29% en la contaminación del aire e incluso, si se presenta una recuperación verde acelerada, se podría conducir a la mitad de emisiones de GEI para 2030. 

En el cierre de del evento participaron Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente de Bogotá, Renzo Morosi, presidente de la Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires y Javier Mouthon, director del Establecimiento Público Ambiental de Cartagena de Indias. Las exposiciones se centraron en los Planes de Acción Climática que se han elaborado en cada una de estas ciudades y en los retos que han surgido en el camino. 

Plan de Bogotá, un ejemplo mundial 

En primer lugar, Carolina Urrutia expuso algunos datos que han recopilado en la Secretaría de Ambiente de Bogotá. En 2017, por ejemplo, la capital emitió 11.421724 toneladas de CO2. El sector transporte tiene el mayor peso, con 48%, la disposición de residuos sólidos un 13%, los edificios residenciales un 12% y las industrias manufactureras y de construcción un 15%.  Teniendo en cuenta la línea base, Urrutia explicó que, ante los compromisos con la COP26, en 2024 las emisiones  en la ciudad no deberán superar las 11.422.896 toneladas, en 2030 las 7.723.943 toneladas y en 2050 se deberá llegar a la neutralidad de carbono. 

Urrutia explicó 11 acciones de mitigación para los sectores de residuos, transporte y consumo estacionario, los cuales incluyen estrategias enfocadas en energía renovable, cambio de combustibles, movilidad sustentable y la implementación de un modelo de aprovechamiento de residuos orgánicos. La necesidad de implementar estos planes es apremiante, pues como señaló la expositora, para los escenarios climáticos de 2040 se prevén aumentos en la temperatura urbana hasta en 0,65 grados centígrados  en Bogotá y se podrán ver efectos de islas de calor, reducción en el rendimiento de cultivos, lo que afectaría la seguridad alimentaria y escasez hídrica por la alteración en la capacidad de los embalses. De hecho, la Secretaría de Ambiente ha encontrado que el régimen de lluvias en la ciudad puede cambiar: en el occidente puede llover un 35% más y en los Cerros Orientales y en Sumapaz un 15%  menos. Este fenómeno puede generar inundaciones más frecuentes e intensas, incendios forestales y afectaciones en la seguridad alimentaria. 

Bogotá se  está preparando para estos retos implementando diferentes acciones, como dotando a la ciudad de capas permeables, sistemas de drenaje, muros y techos verdes; incrementando el arbolado urbano, buscando la estabilización del suelo con estrategias de conservación, recuperación y restauración, entre otras acciones. De hecho, Urrutia señaló que existen 15 acciones y 82 sub acciones de adaptación y resiliencia que se enmarcan en las áreas de ecosistemas y biodiversidad; gestión de riesgos hidroclimáticos; servicios públicos y edificaciones y construcción.

Carolina Urrutia hizo énfasis en cuatro ejes claves del Plan de Acción Climática: la gobernanza y participación ciudadana, el enfoque diferencial y de género para la inclusión y la justicia climática; el ordenamiento territorial para la resiliencia climática y la articulación institucional en Bogotá, la región y la esfera internacional. En la ciudad, de hecho, se encontraron cinco co- beneficios prioritarios: calidad del aire; servicios ambientales y hábitat; empleo, ingresos y pobreza; servicios esenciales y justicia social, ambiental y climática.

Para finalizar, Renzo Moros y Javier Mouthon hicieron una serie de recomendaciones teniendo en cuenta la experiencia de formulación de Planes de Acción Climática en Buenos Aires y Cartagena. Ambos expositores coincidieron con Urutia en que la implementación de estos planes deben tener en cuenta los efectos económicos de la pandemia, así como otras características de las ciudades de la región, como la segregación socio-espacial, el conflicto entre las áreas de importancia ambiental y la necesidad de buscar nuevas fuentes de financiación para adaptar las ciudades al cambio climático, trabajando a su vez en acciones de mitigación.

 

Para ver la conferencia completa, haga clic en el siguiente video: 

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