Las discusiones sobre los temas ambientales y de sostenibilidad han estado teniendo más fuerza en los últimos años no solo en foros y cumbres internacionales, sino también en la academia. Es allí donde han venido enfatizando en la necesidad de generar pensamiento y acción en pro del desarrollo sostenible, así como la búsqueda constante de implementar nuevas prácticas en las regiones. En este sentido, Alejandro Gaviria y Brigitte Baptiste coinciden en afirmar que la academia debe tener un papel más activo en estos temas.
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“Tenemos una responsabilidad ética y moral para decir que se debe hacer en temas de sostenibilidad”, Alejandro Gaviria
La pregunta que la academia quiere resolver es, “¿Cómo se construye sostenibilidad?”. Los rectores creen que es momento de tener un rol activo frente a los grandes desafíos que el medio ambiente presenta hoy por hoy. “A la universidad le corresponde parte de la responsabilidad, pero no toda”, afirma Gaviria.
En las instituciones no estamos reciclando bien, no estamos haciendo el correcto seguimiento al consumo de energía, entre otros factores. “Debemos construir una estrategia específica”, recalcó.
“El gran debate de las ideas, va más allá de las aulas de clase”, Gaviria
Tanto Alejandro Gaviria como Brigitte Baptiste afirman que hay tres puntos claves a la hora de plantearse la pregunta por el aporte de las instituciones educativas a los temas ambientales y de sostenibilidad.
En primer lugar: dar ejemplo. Hacemos algo, pero podemos hacer mucho más. Gaviria expresa que en los Andes no se tiene una política de reciclaje clara. “Hay unos estudiantes que promueven un campus libre de plásticos y en esta medida estamos teniendo ya conversaciones con nuestros proveedores y concesionarios para hacerlo”. “Tenemos, desde las universidades, que dar ejemplo y hacer de manera más clara lo que hemos venido haciendo”, recalca.
“El mundo es complejo y aunque quisiéramos tener la respuesta inmediata a muchas de las preguntas que surgen alrededor de este tema, necesitamos analizar los insumos que muchas disciplinas pueden aportar al mismo”, Brigitte.
Por otro lado está conocimiento. ¿Qué conocimientos se están impartiendo desde las aulas de clase? Gaviria plantea un curso sobre las implicaciones o consecuencias éticas de cambio climático, que las universidades se conviertan en un foro abierto y permanente sobre estos temas que se lidere desde las aulas de clase. “No se le debe tener miedo a las discusiones complejas, es un reto como universidad que esos debates que no se quieren dar al interior de estos campos, se den en la universidad. La política tiende a sobre simplificar la realidad, no podemos seguir en la academia sobre la misma vía sobre simplificando estos debates”, dijo Gaviria.
Por su parte, Baptiste afirma que hay una tendencia a optar por soluciones fáciles- “Los estudiantes traen una reprogramación de lo que es la sostenibilidad muy simplista. Debemos aumentar la capacidad crítica frente a este asunto…. Hay una educación transversal y una capacidad de análisis de los temas ambientales”.
Paralelo a esto, Gaviria y Baptise coinciden en afirmar que los cambios de comportamientos son fundamentales: conectar la investigación con el mundo. Alejandro menciona ejemplos como la última jornada organizada por la Secretaría de Movilidad del Distrito promoviendo el uso de la bicicleta, a la cual sólo asistieron nuestros dos invitados.