¿Qué son los servicios ecosistémicos urbanos y por qué debemos tenerlos en cuenta?
Les presentamos nuestro cuarto documento CODS sobre los SEU en Latinoamérica.
30/1/2020
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Servicios Ecosistémicos Urbanos (SEU). Quizás el concepto suene lejano y difícil de comprender. Sin embargo, es clave saber de qué se trata para actuar frente a la crisis climática que enfrenta el planeta. De hecho, ya estamos viviendo los impactos de la crisis climática en las ciudades: el deterioro en la calidad del aire y los recursos hídricos, sumado al aumento de la temperatura — 1 grado Celsius en el último siglo — son tan solo algunos de los efectos del calentamiento global.

Las ciudades son esenciales en la búsqueda de soluciones a la crisis climática, como lo reconoce el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11, sobre comunidades y ciudades sostenibles. De acuerdo con la ONU, en 2050 dos tercios de la población vivirá en zonas urbanas. En América Latina, la concentración en estas zonas pasó del 56,7% en 1970 al 81,5% en 2020.

En esta región, las ciudades están creciendo en promedio 20 metros cuadrados por minuto. Se estima que para el año 2030, el 83% de los habitantes de la región vivan en zonas urbanas. Todas estas cifras aparecen en el último documento del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS), que lleva el nombre “Servicios ecosistémicos urbanos en Latinoamérica: oportunidades para el desarrollo urbano sostenible, la acción climática y la gestión de la biodiversidad urbana”.

En este, el cuarto documento CODS que publicamos, los investigadores Luis Inostroza, Henry Garay Sarasti y Germán Andrade Pérez profundizan en el debate sobre los servicios ecosistémicos urbanos en Latinoamérica, haciendo énfasis en las oportunidades que existen y que merecen materializarse en políticas públicas. En los próximos años, como muestra el informe, las trayectorias del clima generarán una gran incertidumbre para la sostenibilidad de los asentamientos humanos. La agenda de sostenibilidad, por eso mismo, debe definirse de manera oportuna.

De acuerdo con la ONU, en 2050 dos tercios de la población vivirá en zonas urbanas. En América Latina, la concentración en estas zonas pasó del 56,7% en 1970 a 81,5% en 2020.

¿Qué son lo servicios ecosistémicos urbanos? De acuerdo con el documento CODS, son “aquellos servicios producidos en espacios propiamente urbanos, es decir, que se insertan dentro de las áreas urbanas continuas definidas por la estructura física de la ciudad y no solo por su identificación administrativa”. Los humedales, por ejemplo, hacen parte de esos servicios ecosistémicos que tenemos en las ciudades. Lo mismo los parques de grandes extensiones. En América Latina, como señala el estudio, ciudades como Bogotá, Lima, Santiago y Buenos Aires han crecido de manera informal y buena parte de la población ha quedado en situación de vulnerabilidad, marginada de los servicios ecosistémicos.

La falta de planificación urbana sin tener en cuenta los servicios ecosistémicos urbanos, dice el estudio, contribuye a “la reproducción de los círculos de pobreza y desigualdad, así como a la mala calidad de vida y la degradación de la tierra”. Es necesario, por ende, hacer una adecuada incorporación de la valoración y distribución de los SEU en las ciudades para mejorar la calidad de vida de las poblaciones marginalizadas.

Este documento ahonda en los conceptos relacionados con los ecosistemas en las ciudades, haciendo una revisión de la historia de la sostenibilidad urbana. Se remite incluso a la Comisión Bruntland en 1987, cuando se inició un proceso de abordaje conceptual y de política pública para revertir la insostenibilidad de los modelos de desarrollo. En América Latina, señalan los investigadores, las políticas públicas centraron “los esfuerzos en la gestión ambiental con énfasis en las áreas rurales, donde se asignaban las prioridades de conservación y restauración, con la idea de que allí se localizaban los recursos naturales que consumían los centros urbanos”.

¿Por qué es importante hablar de los servicios ecosistémicos urbanos?

Si las ciudades pretenden vivir en armonía con la naturaleza, es necesario reconocer los procesos de los ecosistemas que forman partes de ellas. Justamente, señalan los investigadores, los servicios ecosistémicos urbanos “se refieren a los beneficios de la naturaleza producidos en espacios dentro de entornos urbanos”. Fue un concepto que surgió en el siglo XXI, en un momento trascendental para el medio ambiente en el planeta. Hoy, señalan los investigadores, “también se reconoce la existencia de servicios ecosistémicos en espacios que van desde ecosistemas silvestres, transformados hasta los construidos (Hasse, 2019), en una interacción que requiere la participación directa del trabajo humano”.

En las últimas décadas el mundo ha sido testigo de algunos de los efectos del cambio climático en las ciudades: inundaciones, avalanchas, sequías, problemas por la calidad del agua y del aire, entre otros. Al hablar de SEU, entonces, surgieron nuevos temas:  regulación del flujo del agua y la mitigación de la escorrentía; tratamiento de aguas residuales; regulación climática, mitigación de la temperatura extrema y del ruido; establecimiento de la biodiversidad, como la vida silvestre en espacios urbanos; y los procesos ecológicos asociados a la salud pública y la recreación.

Con la expansión urbana, los servicios ecosistémicos urbanos también se hacen necesarios por las “altas tasas de consumo de suelo” y la transformación de la tierra. Estos dos factores, agregan los investigadores, ponen en riesgo la sostenibilidad de las urbes. Pensar, por ejemplo, en las distancias en promedio entre los ecosistemas urbanos y los aledaños es necesario para garantizar una conectividad ecológica en las ciudades y estos debates están por darse a profundidad en América Latina.  Como asegura el estudio, en los planes de desarrollo de diferentes capitales de la región existe una característica en común: “la debilidad en los aspectos ambientales, que son desafiados por la escasez de recursos o la limitada voluntad política para la inversión en el mantenimiento o la recuperación de las infraestructuras ecológicas”.

Según el estudio, en el Distrito Capital de Bogotá las áreas con protección ambiental suman 83.764 hectáreas. En Ciudad de México, la cifra es similar: 87.000 hectáreas tienen funciones ambientales definidas por ley.

Otro tema directamente relacionado con los servicios ecosistémicos urbanos es el de la segregación socioeconómica. El estudio señala que “los índices tradicionales de calidad urbana estimados por habitante, como el arbolado, el espacio público, las áreas verdes, etc., esconden realidades de una inequidad profunda que tienden a acentuarse con políticas públicas que promueven una mayor densidad donde los índices son menos favorables. En este sentido, los ecosistemas urbanos son vitales para la prosecución de la calidad ambiental urbana”.

¿Y qué es la biodiversidad urbana?

Para hablar de biodiversidad urbana es clave saber qué son las Áreas Protegidas Urbanas (APU), las cuales están tanto en lugares cercanos a la ciudad o dentro de ellas. En Latinoamérica, los procesos de urbanización han hecho que las ciudades se expandan, llegando a áreas que estaban protegidas en entornos no urbanos, como son los casos del Parque Tayrona o las Islas del Rosario en Colombia. Sin embargo, también existen Áreas Protegidas Urbanas que hacen parte de las ciudades y que deben ser protegidos, como el Parque Nacional de la Tijuca en Río de Janeiro o el Parque Nacional Waraira Repano (antes conocido como El Ávila) en Caracas. En la vanguardia hay ciudades como Concepción, en Chile, o Medellín, Antioquia, que están creando nuevas áreas protegidas urbanas, como complejos de humedales o reservas forestales.

De acuerdo con el documento, “la biodiversidad urbana remite a las formas de vida que ocurren de manera espontánea o asistida en las ciudades, o que directamente son agenciadas en planes de forestación o jardinería urbana. Estos procesos de reconocimiento y validación científica son fundamentales, toda vez que el reconocimiento humano de la vida silvestre en entornos urbanos se ha venido constituyendo como base para la conservación y el acceso de la población a la biodiversidad”.

Cuando hablamos de biodiversidad urbana también es importante incluir la infraestructura verde, que usualmente hace alusión a las estructuras naturales que se utilizan en entornos habitados. En otras palabras, se trata de incorporar elementos naturales en los tejidos urbanos: avenidas, canales, fachadas, espacios residuales. Los techos verdes, por ejemplo, harían parte de esta infraestructura y son importantes en los procesos de renaturalización.

Y otro concepto clave que aparece en el documento es el de soluciones basadas en la naturaleza (SBN), el cual se ha venido incorporando en las políticas públicas como una respuesta al cambio climático. Estas soluciones buscan responder de manera integral a los desafíos del cambio climático en las ciudades a través de nuevas infraestructuras. Uno de los ejemplos más comunes de las SBN son los parques inundables. En Medellín, por ejemplo, el proyecto Parques del Río contempla avenidas, arbolado urbano, ciclorrutas y un parque lineal para acompañar al río.

Adicionalmente, las áreas protegidas han crecido progresivamente. Según el estudio, en el Distrito Capital de Bogotá las áreas con protección ambiental suman 83.764 hectáreas. En Ciudad de México, la cifra es similar: 87.000 hectáreas tienen funciones ambientales definidas por ley. En el caso de São Paulo, la cifra alcanza 63.000 hectáreas. Estas ciudades son pioneras en áreas con funciones ambientales específicas y son referentes para ciudades como Buenos Aires y Santiago, que tienen un porcentaje bajo de áreas con funciones ambientales.

Estos conceptos, claves para pensar en el futuro de nuestras ciudades, son ampliados en el cuarto documento CODS y dejan algunas preguntas que, desde la academia, la política y la sociedad, pueden comenzar a responderse: ¿Cuáles son los cambios que han sufrido los ecosistemas de nuestras ciudades en las últimas décadas? ¿Cómo podemos incorporar los servicios ecosistémicos urbanos en nuestras ciudades? ¿Cómo se manifiesta la segregación social en nuestras ciudades? ¿Qué podemos hacer para cerrar esas brechas?

Aquí puede descargar Documento_CODS_ecosistemicos_enero20 (1)

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