Más de 6.400 latinoamericanos se unieron al Solve Climate by 2030
Durante las dos primeras semanas de abril se llevaron a cabo más de 100 diálogos mundiales entorno a la acción climática y 20 de ellos tuvieron lugar en la región latinoamericana y del Caribe.
3/5/2021
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Ha sido un  año largo y cambiante para la humanidad. En paralelo con la emergencia sanitaria mundial y el incremento de pobreza que esta ha traído consigo, el planeta ha seguido elevando su temperatura. El año 2020 ha sido el más caluroso que ha vivido la especie humana, según la NASA. Del mismo modo, la nueva realidad ha implicado una reducción en el contacto social y una virtualidad parcial o total de las interacciones. Si bien el aislamiento ha generado desconexión y lejanía en la mayoría de los casos, también ha permitido unir esfuerzos con personas de diferentes países con mayor facilidad. El evento Solve Climate by 2030, el cual buscó unir a instituciones de todo el planeta para trabajar por la acción climática,  fue una de estas oportunidades.

El Centro ODS aceptó el reto de coordinar este evento global en la región de América Latina y el Caribe, cuyo objetivo principal fue el de crear diálogos en más de 50 países mediante la celebración de 100 webinars relacionados con soluciones climáticas, recuperación verde y transición justa. De Australia a Kirguistán, de Colombia a Malasia y de Carolina del Sur a Sudáfrica, diferentes expertos debatieron sobre las grandes y ambiciosas acciones que cada persona puede llevar a cabo en su comunidad durante el próximo año para apoyar la mitigación y la adaptación al cambio climático. 

En Latinoamérica y el Caribe se llevaron a cabo 20 conversatorios en 10 países, cubriendo una gran variedad de aproximaciones a la acción climática, como la educación ambiental, la ganadería sostenible y la deforestación. Otros temas abordados en los eventos fueron: ecología, transición energética, política, gobernanza y justicia climática, entre otras. En estos eventos participaron 6.402 personas, aumentando incluso la cantidad de participantes inscritos. Entre los conversatorios regionales a destacar está el webinar sobre soluciones climáticas para la región caribe colombiana, que fue el que tuvo la mayor participación con más de 1.700 participantes. 

 Justicia climática y transición energética 

Uno de los aprendizajes predominantes en la región es la importancia de la inclusión de la justicia social en las iniciativas de acción climática. En este postulado se incluye la focalización de los pueblos indígenas y afro, comunidades vulnerables y en general de las dinámicas sociales en el desarrollo de las estrategias de adaptación y mitigación de cada país. La Universidad Nacional de San Martín en Argentina exaltó que se debe velar por la garantía de los derechos de las comunidades vulnerables, enfatizando en mujeres con escasos recursos económicos. La Universidad Nacional Autónoma de México se sumó al llamado e invitó a incluir la perspectiva de género en las políticas públicas relacionadas con el cambio climático.  

Dos casos interesantes sobre justicia climática a nivel local fueron mostrados por la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia y por la Universidad de Cochabamba en Bolivia. Por un lado, la Pontificia Universidad Javeriana hizo énfasis en el contexto de los Acuerdos de Paz, subrayando la necesidad de buscar una representación plural y diversa en espacios de participación y acción climática. Por otro lado, la Universidad de Cochabamba priorizó la temática de reducción de vulnerabilidades frente a el escenario de escasez de agua por la  producción agraria en Bolivia. Propusieron que, mediante los beneficios de soluciones basadas en la naturaleza, como la arboricultura urbana, se conserve la biodiversidad y los recursos de la nación. Es importante resaltar que, según el índice de vulnerabilidad climática de la Corporación Andina de Fomento, Bolivia y Paraguay son los países clasificados con “riesgo extremo” de Sudamérica.  

Frente a lo anterior, el Centro CLEAR-LAC, de México, en alianza con el CIDE, aterrizaron las solicitudes al entorno político, en donde el fortalecimiento estadístico para un mejor monitoreo y evaluación de políticas es necesario. La inclusión social en el diseño de políticas debe articular a la población urbana con las comunidades rurales para priorizar el acceso a la agricultura urbana y al agua potable. La Universidad del Pacífico también concluyó que es pertinente aprovechar las oportunidades de generar regulación con enfoque territorial con el fin optimizar las inversiones de acuerdo al análisis de cada contexto. 

Por otro lado,  la transición energética también fue tema de interés en las conversaciones, a pesar de que Latinoamérica no es un gran contribuidor de Gases de Efecto Invernadero (GEI) globales. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) toda la región contribuye menos del 10% de las emisiones mundiales, mientras que a China se le atribuye el 25,76% y a Estados Unidos el 12,8%, según el Instituto de Recursos Global en 2016. Las dos causas principales de liberación de CO2 catalogadas para América Latina y el Caribe son el uso de energía y el uso del suelo. Así las cosas, la actualización de matriz energética a una más limpia se resaltó como solución necesaria por entidades como la Universidad de Santa Cruz en Bolivia (UTEPSA) y la Universidad Nacional de Colombia en conjunto con Energética 2030.  

Del mismo modo, el uso del suelo es mayor emisor en Latinoamérica (42% de las emisiones) en contraste con el promedio global (18%). Por esta razón, el webinar de Bioversity International y CIAT en Colombia abordó los sistemas silvopastoriles y ganadería sostenible como posibles soluciones. En esta charla se resaltó la importancia de que los ciudadanos apoyen la investigación y el consumo de productos que surgen de estas industrias sostenibles certificadas. Sumado a que desde la industria misma se realice una mayor aproximación a soluciones basadas en la naturaleza. 

La educación ambiental y climática también fue un tema destacado en diferentes países. La Universidad Nacional San Martín en Argentina desarrolló toda su conversación alrededor de este tema, así como la Universidad de los Andes en Colombia. El CIIFEN, en conjunto con la Universidad Amazónica IKIAM en Ecuador, concluyeron que una de las soluciones que se debe accionar es el desarrollo de material educativo como guías informativas para estudiantes y comunidades para aumentar el entendimiento de la crisis climática. El Centro Universitario UNA de Brasil, la Universidad Nacional de Colombia y el diálogo en la región caribe colombiana, también resaltaron este mensaje. 

Siguientes pasos 

Teniendo en cuenta la importancia de la educación ambiental, desde el Centro de Política Ambiental del Bard College se proponen sesiones masivas de enseñanza climática en cada una de las universidades para 2022. La propuesta está en desarrollo, pero se espera reunir a investigadores y profesores de la mayor cantidad de disciplinas posibles en cada universidad y que estos realicen breves intervenciones sobre cómo abordar el tema de cambio climático en su propia área del conocimiento. 

A modo de ejemplo, en las asignaturas de arte se puede hablar sobre las representaciones gráficas efectivas para movilizar la acción climática; los profesores de literatura pueden hablar sobre la ficción climática; los de psicología sobre la ansiedad ecológica y la negación del cambio climático y los profesores de negocios podrían discutir acerca de cómo las empresas pueden ayudar a impulsar soluciones climáticas. 

En lo que respecta a 2021, si bien los eventos en vivo han finalizado, los lectores interesados podrán acceder a las grabaciones de todos los webinars en el canal de Youtube del evento Solve Climate by 2030. También invitamos a los profesores a hacer uso de alguno de los webinars para asignarlo de tarea y guiar una conversación en torno al cambio climático en sus aulas, enmarcados en la campaña #ClasesPorElClima. Para esto, existen guías de una página para que los profesores puedan orientar su conversación desde la perspectiva de su materia. Las guías, para más de veinte disciplinas diferentes, fueron desarrolladas por un proyecto global de educación sobre el clima con sede en el Bard College de Nueva York.  

En suma, el mensaje del evento es que cualquier acción que se realice —o se omita— en este momento para resolver el cambio climático tendrá enormes repercusiones en las vidas de cada persona y en las de sus hijos y nietos. El tiempo es corto, pero se puede hacer mucho para abastecer al mundo con energía limpia, involucrar a los jóvenes en la educación sobre el clima, regenerar los ecosistemas y construir las coaliciones políticas para impulsar el progreso. Es necesario actuar ahora.  

A continuación, les un video que enmarca las conclusiones de algunos de los webinars de la región, narradas por estudiantes interesados por el cambio climático: 

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