(Bogotá, 21 de enero de 2019). El pasado lunes se llevó a cabo el primer seminario de economía ambiental del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS), en asocio con la facultad de economía de la Universidad de los Andes y la organización Environment for Development (EFD). Este es el primer seminario conjunto e interdisciplinario de varios que se llevarán a cabo al menos una vez al mes, según Alejandro Gaviria, director del CODS.
La conferencia estuvo a cargo de Alexander Pfaff, profesor del Stanford School of Public Policy de la Universidad de Duke en materia de políticas públicas, economía y medio ambiente. Pfaff se ha enfocado en cómo las políticas públicas de desarrollo económico, de explotación de recursos naturales y de conservación del medio ambiente se influencian mutuamente, por lo que su charla mostró el resultado de diferentes investigaciones que muestran cómo estas políticas pueden ser más efectivas. “Tenemos que reducir los ‘tradeoffs’ y encontrar caminos más eficientes ¿cómo podemos ganar todos? ¿cómo promovemos crecimiento urbano, lo cual genera desarrollo económico, sin afectar los bosques en zonas rurales? Si las políticas públicas no son eficientes, el desarrollo sostenible va a ser un desafío mucho más difícil, si no imposible”, dijo Pfaff al introducir su conferencia —la cual denominó como una ‘charla de opinión’—.
El seminario abordó, principalmente, dos temas importantes. Por un lado, los impactos heterogéneos que puede tener la construcción de carreteras e infraestructura vial sobre el medio ambiente y sobre el desarrollo económico, según el contexto. Para esto, Pfaff comparó los beneficios económicos y ambientales de la construcción de una carretera en determinado territorio con el fin de encontrar y elegir la opción más eficiente (en este caso, claramente, la opción B).
Por otro lado, Pfaff abordó el tema de las concesiones forestales -un modelo de conservación que permite una explotación económica controlada y que garantiza la renovación del bosque-, y cómo estas pueden ser más eficientes a la hora de evitar la deforestación que las reservas naturales o las zonas protegidas que prohíben cualquier tipo de uso. Pfaff explicó que las empresas concesionarias, que a veces pueden ser asociaciones de comunidades locales o habitantes aledaños a las reservas, tienen incentivos económicos para la conservación de los bosques. Este tipo de modelos ha probado ser exitoso en bosques de la región de Petén en Guatemala y otros en México. En este sentido, el conferencista concluyó que, para garantizar tanto el desarrollo económico como la conservación ambiental, es necesario saber quiénes son los actores implicados y, asimismo, entender e interpretar sus intereses.
Además de expertos, estudiantes, profesores e interesados que asistieron al seminario en la Universidad de los Andes, este fue seguido por más de mil quinientas personas mediante la página de Facebook de la facultad de economía de la Universidad.