La vulnerabilidad de América Latina frente al cambio climático es cada vez más evidente. Un ejemplo cercano es el paso del huracán lota por el Atlántico a finales de 2020, el cual dejó daños en el Caribe cercanos a los 1.5 mil millones de dólares y un saldo de 84 muertes. Su paso por la isla colombiana de Providencia destruyó el 99% de la infraestructura, dejando a cerca de 6.000 habitantes con problemas de vivienda. Ante panoramas como este, los países han desarrollado estrategias para adaptarse, cuanto antes, a los fenómenos del cambio climático.
Un caso interesante de adaptación es el de los Sistemas MRV (Medición, Reporte y Verificación) para el financiamiento del cambio climático en Colombia. En el evento “Acción climática desde las ciudades y los territorios de Colombia” — organizado por Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, la Red de Ciudades Cómo Vamos, y el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina (CODS), Daniel Gómez, subdirector sectorial del Departamento Nacional de Planeación (DNP) habló sobre la necesidad de financiar las medidas para enfrentar el cambio climático en Colombia.
El caso de Colombia es interesante porque como compromiso para cumplir con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Cmnucc) creó el Sistema MRV de Financiamiento Climático, el cual hace parte del Sistema MRV Nacional que engloba al Registro Nacional de Reducción de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (MRV de reducciones) y el Inventario de Gases de Efecto Invernadero (MRV de emisiones). El MRV permite verificar la información ambiental, medir los fondos provistos para combatir el cambio climático y reportar la información de forma oportuna para garantizar los flujos de financiamiento.
En Colombia, en el Plan de Desarrollo 2010-2014, se creó la estrategia institucional para la articulación de políticas y acciones en materia de cambio climático, de la cual surgieron las siguientes estrategias: “Estrategia Nacional de Desarrollo Bajo en Carbono (ENDBC), Estrategia Nacional de Reducción de Emisiones por Deforestación (ENREDD+), Estrategia Integral de Control a la Deforestación y Gestión de los Bosques, Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático y Estrategia de Protección Financiera ante Desastres (EPFD)”.
Adicionalmente, Colombia cuenta con tres instrumentos adicionales que le permiten medir las contribuciones para afrontar el cambio climático: Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono (SMByC), Inventario Forestal Nacional (IFN) y Sistema Nacional de Información Forestal (SNIF). De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el sistema MRV es una herramienta del Comité de Gestión Financiera (CGF) del Sistema Nacional de Cambio Climático o Sisclima, cuyo objetivo es generar recomendaciones de políticas para asegurar una provisión sostenible y escalable de financiamiento climático.
En la página del DNP, como explicó Gómez , está disponible la plataforma del Sistema MRV, portal de información que ayuda a conocer qué recursos públicos y privados de carácter internacional y nacional se están utilizando en Colombia para la implementación de acciones que ayuden a reducir los gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático. Adicionalmente, la plataforma proporciona información de financiamiento climático de tres maneras: mapas que georeferencian actividades de mitigación y adaptación; fichas con información sobre las actividades de mitigación y adaptación; gráficos y tablas e infografías con datos agregados.
Ampliar las oportunidades
De acuerdo con Daniel Gómez, la brecha promedio de financiamiento en adaptación para el cambio climático en Colombia entre el periodo 2011 y 2019 —teniendo en cuenta las metas de financiamiento y los recursos invertidos— es de 1.1 billones de pesos, “lo cual evidencia la necesidad de movilizar más recursos”. Además, agregó el expositor, “Colombia invierte anualmente alrededor de 2,1 billones de pesos en adaptación y mitigación del cambio climático. De estos recursos, cerca del 40% tienen como objetivo directo la adaptación”.
En el proceso de consecución de recursos, el rol de las ciudades es clave. Como explicó Gómez, de los 19.5 billones de pesos que se han rastreado desde 2011 en adaptación y mitigación, más de 6 billones de pesos se han ejecutado a nivel municipal; 5.2 billones de pesos a nivel departamental y 6.6 billones de pesos a nivel nacional. Cinco ciudades del país se destacan por su contribución al financiamiento climático: Bogotá, Medellín, Cartagena, Barranquilla y Cali.
Otro aporte calve es el de la Estrategia Nacional de Financiamiento Climático (ENFC), dijo Gómez. Por parte del DNP se han movilizado cerca de 74 millones de dólares de recursos de cooperación internacional para fortalecer los siguientes sectores en la adaptación al cambio climático: agro y forestal, adaptación, fortalecimiento de comunidades, movilidad eléctrica y capacidades institucionales. Y para ampliar las oportunidades de financiamiento, Gómez invitó a los sectores a participar en el Fondo Verde para el Clima, el cual busca otorgar recursos a iniciativas alineadas con las NDC de Colombia y pueden ser tanto del sector público como del privado. Para presentar proyectos, las entidades y empresas tienen plazo hasta el 30 de noviembre de 2021 y pueden consultar las referencias aquí.
En el país, Gómez también destacó otras estrategias para la financiación de proyectos verdes. El mercado voluntario de carbono, por ejemplo, ha promovido el desarrollo de diferentes iniciativas de reducción de GEI en el país que han contribuido a reducir en 39 millones de toneladas de CO2eq acumuladas desde el inicio de operación de este mecanismo en 2020.
Vale la pena señalar, además, que en los últimos 10 años Colombia ha invertido cerca de 20 billones de pesos en acciones para mitigar y adaptarse al cambio climático. Hoy, estrategias como los sistemas MRV son claves para lograr la transición hacia una economía carbono neutral, “con instrumentos financieros y económicos al alcance de ciudades y territorios”.
Vea la conferencia completa haciendo clic aquí.